OPINION:

SE APAGO OTRA VEZ LA ILUSION POR NOVENA TEMPORADA

Se terminó otra temporada más para Chaco For Ever en el Torneo Argentino B, sí, porque si bien todavía resta jugarse una fecha para cerrar el Clausura sus ilusiones por acceder a los play off se esfumaron el domingo al mediodía con el resultado instalado en el marcador final (Juventud Unida 2- Colegiales 2) del cual Chaco For Ever dependía si seguía o no con posibilidades. Muchos análisis y balances deberán hacerse en las próximas semanas para encontrar una explicación a este nuevo fracaso deportivo. Jugadores que volverán a sus clubes y otros que cumplieron su ciclo.

Este proyecto fue encabezado por dirigentes que tomaron la responsabilidad de llevarlo adelante con coherencia y trabajando para que al plantel no le falte absolutamente nada desde lo económico y muchos menos en las condiciones de trabajo. Todo lo que pidió el ex entrenador Osvaldo Gómez le trajeron, los refuerzos fueron solicitados, todos y cada uno por el propio técnico. Y sólo restó traerlo a José Luís Marzo, la única imposibilidad por el alto sueldo que pretendía el experimentado delantero, pero que también había sido requerido por el propio “Tatu”.

¿Entonces si todo estaba dado para hacer una buena campaña porque no fue así? En fútbol, como en todo ámbito laboral las relaciones entre personas, es fundamental. Diría casi determinante en la convivencia, en el día a día, en la cotidianidad. Y la relación entrenador- jugadores, se fue crispando con el correr de los partidos. Después del 0-3 ante Mandiyú, algunos jugadores ya no bancaron a Osvaldo Gómez, este fue el detonante que luego se trasladó a la cancha en los próximos dos partidos y donde el negro perdería la clasificación a manos de Juventud Unidad cuando sólo tenía que sumar una unidad. Después en el atardecer de aquel partido llegarían las dudas del técnico entre renunciar y no hacerlo. Y ante la prensa en las puertas de aquel vestuario silencioso dejaba entrever que podía dejar el cargo pero casi sin convencerse.

Los dirigentes no dudaron en ratificarle la confianza, primero porque el trabajo del entrenador había sido extraordinario, muy serio. Y porque además no existía otra alternativa acorde al proyecto que habían emprendido. Es decir, no se discute la tarea y el gran trabajo futbolístico, que lo tuvo como gran protagonista del Apertura ganando incluso de visitante varios cotejos, aunque sin lucir, For Ever era efectivo y resultadista. Los números así lo demostraron hasta aquella jornada del clásico. El problema fue la desgastada relación entre entrenador y algunos jugadores, algo que se encargaron de desmentir los propios protagonistas pero que era un secreto a voces en los corrillos de los vestuarios.

Entonces surgen algunas preguntan que se perderán en el tiempo sin respuestas, ¿demoró en renunciar Osvaldo Gómez? ¿Si renunciaba luego de la derrota en Posadas ante Guaraní en la tercera fecha del Clausura se hubiera podido encausar el campeonato y los objetivos? Es cierto que esto se puede sacar en limpio con el diario del lunes, con los dos partidos ganados en la era Ariel Medina, con clásico incluido y pos Osvaldo Gómez. También es cierto que el sistema de juego  utilizado durante el Clausura no convencía a los jugadores y  aquellas duras declaraciones que expresó contra algunos jugadores en un medio radial fue la segunda bomba en explotar en el seno del plantel y otros jugadores al que el mismo había traído, le soltaron la mano. Pero a decir verdad, no toda la responsabilidad pasa por el ex entrenador, también hubo irresponsabilidades por parte de un grupo de jugadores que no entendieron el mensaje, no más de tres o cuatro, que creyeron que el proyecto era uno más. Estos cumplieron un ciclo. No porque les quieran cortar las piernas haciendo referencia a aquella recordada frase de Diego Maradona, sino porque ellos mismos hicieron méritos suficientes para que estos dirigentes que la remaron solos contra viento y marea, se harten hasta el cansancio.

Lo de Chaco For Ever en este Clausura era como la crónica de una muerte anunciada, al que Ariel Medina le puso el pecho, intentó levantar anímicamente al grupo y esperar por un milagro que no llegó. Con uno de los mejores planteles de la zona los albinegros se quedaron afuera. Lo bueno,  la  seriedad y confianza que recupero Chaco For Ever con dirigentes responsables a la hora de cumplir lo pactado con los jugadores, y la gente, sus hinchas que lo siguieron por todos lados y en cada torneo, desde hace nueve años vuelven a encender la ilusión del ascenso. De los errores se aprenden para no volver a cometerlos y las cosas buenas, para repetirlas y mejorarlas. For Ever entró en la semana previa del cierre de una nueva temporada, la novena en este formato de Argentino B y la gente esta aburguesada y hasta cansada de jugar este certamen, quiere más, algo más que sólo pelear una clasificación a los play off. Será momento de esperar la asamblea, reorganizar la institución y sumar más que dos o tres dirigentes, porque a pesar de este nuevo fracaso, lo importante no pasa por no caerse sino saber levantarse a tiempo y para ello se necesitan más que un par de voluntades.

                                                                       Marcelo Mántaras