¿Y LA COPA CHACO? ¿FANTASÍA O REALIDAD?
El año pasado más precisamente el 19 de mayo se anunciaba con bombos y platillos la “Copa Chaco” con importantes premios económicos para los cuatros primeros y donde el subsecretaria de Deportes de la provincia decía “es un orgullo dar el puntapié inicial a este torneo, que nació por iniciativa del gobernador Jorge Capitanich, que aspira a tener este tipo de torneos en todas las disciplinas deportivas federativas. El fútbol es emblemático por la convocatoria, y nosotros nos propusimos diseñar el torneo y darle una jerarquía especial; el gobernador nos dio muchas ideas de lo que aspira, y la Federación y las ligas terminaron de pulir el proyecto”. Convengamos que si esta es la forma de jerarquizar el fútbol, mejor dejen como está porque con proyectos fantasmas que juegan con la ilusión de los clubes, la pobreza de estos y la promesa indiscriminada y resoluta de estos funcionarios, para nada le hace bien a la salud del más popular de los deportes.
Lamentablemente también se jugó con la ilusión de dirigentes de fuste como Julio Romero, actual presidente de la Federación Chaqueña de Fútbol, quien junto a los dirigentes de los clubes campeones entraron con expectativas en promesa incumplida de un certamen que se esfumó como la política deportiva que no existe en la provincia o como el Centro de Alto Rendimiento también anunciado con bombos y serpentinas.
Pero volviendo a lo anunciado oportunamente por el gobierno a través de su vocero Raúl Bittel, este manifestaba que “implica empezar a reordenar deportivamente a las disciplinas. Lo hemos charlado con los directivos del básquetbol, vóleibol, hockey, y todos están de acuerdo con hacerlo; y empezamos con el fútbol porque es el emblema de todos los argentinos, el deporte que más convoca, y tras el éxito de este torneo, sabemos que los demás contarán con la misma adhesión y respuesta”. A ver, como explicar que no sólo se le prometió al fútbol sino que se avanzó con otras disciplinas y sabe que, no se cumplió tampoco.
No sólo se jugó con la predisposición de las ligas sino que le complicó la programación de los torneos, ya que debieron los clubes armar equipos pensado en jugar un torneo digno de la Isla de la fantasía. Pero en aquella conferencia el subsecretaria de deportes decía que “desde el Gobierno provincial queremos agradecer la participación de las ligas; sabemos que no es fácil hacerlo ya que significa todo un cambio en la programación; pero la predisposición mostrada fue absoluta. Creemos que va a ser positivo para el fútbol provincial, donde el Gobierno se comprometió a colaborar con todos los gastos de los equipos y se hará un aporte importante para la premiación a los ganadores. Esto será un aporte para los que quiera encarar instancias más importantes, que contarán con el apoyo absoluto del gobierno”. No falta contarles a los futboleros que este torneo no se jugó y uno se pregunta si en realidad había intenciones de jugarlo o solamente fue un simple anuncio en vísperas de las elecciones legislativas del año pasado. Sabe una cosa, este comentario no persigue ninguna critica con tinte político, al contrario, como hombre vinculado al deporte desde mi rol como periodista deportivo me veo en la obligación de hacer mención a actitudes o acciones que atenten contra la ilusión de muchos dirigentes, deportistas y aficionados que confiaron en la realización de un certamen que fue poco serio y la realidad lo demuestran. No se jugó.
Existe un latiguillo reiterado constantemente, “el deportes es salud”. Pero es mucho más que eso. Si hay actividad y una política deportiva adecuada. ¿Se imagina cuanto dinero se ahorrarían los gobiernos en medicamentos teniendo una sociedad más sana? ¿Se imagina cuanto dinero se ahorrarían en seguridad con los niños, jóvenes y adultos contenidos en clubes y eventos deportivos en todos los barrios y lejos de la droga, el alcohol y el ocio? ¿Alguien alguna vez se preocupará para que en cada barrio de nuestra provincia exista un pibe corriendo tras una pelota, practicando un deporte, sin mirar en recortar la compra de un balón o de un elemento deportivo?
Quizás en un par de meses se anuncie el torneo y se lo juegue, no con los clubes que fueron campeones la temporada anterior y si lo hagan los del 2009. Quizás se extienda a las otras disciplinas como parte de una verdadera política deportiva. Quizás en un par de meses se cumpla con la promesa de la “Copa Chaco” y que esta nota sea sólo el nexo de quienes no tienen la forma o simplemente no pueden expresar su desilusión. Entonces, habrá sido objetivo cumplido, despertar del letargo a quienes ejercen y deben defender como funcionarios al deporte en todas sus expresiones.
Marcelo Mántaras
