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Todo lo bueno que hasta aquí hicieron los dirigentes de Orione sufrió una gran mancha negra al permitir que los hinchas decidieran por ellos el destino deportivo del club. El martes, los hinchas ingresaron al campo de juego en plena práctica y le pidieron la renuncia al cuerpo técnico. Algunos dicen que el tono fue ameno, otros que fue lo suficientemente intimidante. Lo cierto es que tras dialogar con los dirigentes, Miguel Duarte y Fernando Mejías decidieron dar un paso al costado. Todo comenzó la semana anterior, cuando catorce jugadores “históricos” decidieron dejar de asistir a los entrenamientos, en desacuerdo con el cuerpo técnico Duarte- Mejías. Por eso Orione se presentó con jugadores de tercera y quinta ante El Nacional, perdiendo 1 a 0 un partido clave por los puntos de los Promedios. Antes de ese partido los jugadores se reunieron con los dirigentes quienes le habrían dado la palabra de remover de sus cargos a Duarte y Mejías. El sábado la comisión directiva se reunió para resolver qué camino seguiría ante el planteo de los jugadores “históricos” que no querían saber nada con Duarte. Al mismo tiempo los chicos de inferiores veían una gran oportunidad para ser titulares. La reunión que se extendió hasta las 15, terminó con la decisión del presidente del club y el titular de la Subcomisión de Fútbol de dar continuidad al cuerpo técnico Miguel Duarte- Fernando Mejías. También decidieron no sancionar a los jugadores que se alejaron, invitándolos a regresar a las prácticas El lunes los dirigentes se reunieron con los jugadores “rebeldes” en el predio del Regimiento donde ellos se mantuvieron entrenando por su cuenta. Allí reiteraron que mientras se mantengan en sus cargos Duarte y Mejías, ellos no regresarían y recriminaron al presidente Horacio Segovia y al titular de la subcomisión de fútbol Rody Godoy “por no cumplir su palabra”. Esa actitud timorata derivó en una actitud nada positiva: los hinchas irrumpieron en el entrenamiento del martes y reclamaron al cuerpo técnico la renuncia. Mientras los juveniles trabajaban junto a jugadores del Deportivo UTN, SAMEEP y Club de Amigos que fueron convocados como refuerzos, los hinchas exigieron el paso al costado del cuerpo técnico. Los dirigentes se hicieron presentes y luego mantuvieron una reunión por separado con Duarte y Mejías, donde reconocieron que no podían sostener más la situación: estaban desbordados. “Ante el pedido de los hinchas y tratando de encontrar una salida a esta difícil situación y evitar que la cosa pase a mayores, el Cuerpo Técnico decidió dar un paso al costado y nosotros aceptamos su decisión”, dijeron al diario NORTE los dirigentes. El propio Miguel Duarte reconoció que preferían retirarse ante que la situación fuera peor. Reconoció que se había vuelto “incontrolable para los dirigentes y a fin de descomprimir la situación que se estaba poniendo bastante complicada con la hinchada, hemos resuelto dar el paso al costado”. Los dirigentes se reunieron con los juveniles para pedirles que sigan trabajando y no se desanimen, ya que con el regreso de los “históricos” ellos quedarán relegados a la tercera y quinta división. Lamentablemente los hinchas tomaron el control del club. No se trata desde aquí de juzgar la actitud del cuerpo técnico y los jugadores. Pero son los directivos los que deben desarrollar el plan de trabajo trazado (que hasta el momento venía siendo más que positivo, más allá de los resultados deportivos que incluyeron la obtención del torneo Apertura). Y para ello deben priorizar los recursos humanos que sean necesarios. Pero cuando un grupo de hinchas, no elegidos por los socios, toma la situación en sus manos, todo sale de sus carriles. El reconocimiento por parte del cuerpo técnico y los mismos dirigentes que la situación era incontrolable, exime de mayores comentarios. Una lástima por todo lo bueno que habían logrado los jóvenes dirigentes. Y un pésimo antecedente que no hace más que espantar a quienes pueden apoyar logística y económicamente el resurgir de Don Orione. Fuente: Tribuna Diez
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